Puedo ponerme en la piel del faquir, del que camina en el fuego, del imbécil que se enamora como si fuera para siempre, del adicto a deportes extremos, del adolescente abriendo su piel con una navajita, del alcohólico, del drogadicto. Todos estamos buscando lo mismo... Sentir algo, lo que sea, aunque duela, aunque te destruya, aunque sea solo por un rato.
Padezco amnesia selectiva, olvido lo que siento, se me borran los recuerdos, no me lleno de cartas viejas ni de fotografías amarillentas, desecho la memoria de los abrazos, de los besos, no repaso el rechazo, los desaires, las cosas que no fueron. No vivo de momentos del pasado, no me invade nunca la nostalgia.
Si alguna vez la siento, es nostalgia de la nostalgia.
No me duele por que no me acuerdo.