8.30.2021

Remolino interior

Me gusta que no me entiendan

y que tampoco me entiendan,

camisa de seda tengo,

pero también tengo espuelas.


Si digo que yo te quiero

no es cierto lo que dijera,

y acaso no te saludo

no es cierto que te aborrezca.


Cuando recorro la plaza

me gusta que no me entiendan,

pastillas de menta compro

para corretear la pena.


Voy a sentarme a la plaza

de pena, de pena, pena,

y acaso a la plaza llego

la plaza, plaza me alegra.


Si digo que por las piedras

circula una voz de seda,

quiero decir que en el río

me bebo la luna llena.


Y como quiero que nadie

sepa lo que me interesa

me pongo a amansar potrancas

celestes sobre la arena.


Y como Chile es mi fundo

me gusta seguir la cueca,

con una chaqueta corta

y un pañuelito de menta.


Al viento lo voy siguiendo

con un chicote de abejas,

el viento, viento se esconde

detrás, detrás de las puertas.


Si vendo a mi negra vendo

todo lo que a mí me queda,

pero la vendo y la vendo

para que nadie me entienda.


Y acaso quiero que nadie

me pida mi yegua yegua,

le digo que si es de noche

se asusta de las estrellas.


Y acaso es de día claro

se asusta de las espuelas,

yo quiero que nadie entonces

me entienda ni que me entienda.


Cuando me subo a los árboles

es luna mi calavera,

me gusta, me gusta, gusta,

me gusta que no me entiendan.


Pero hablando en serio serio

que nadie me niega niega

que cuando subo a caballo

me pongo mis dos espuelas.