5.11.2015

Escribir, más que leer... escribir

No sé como changos se me ocurrió la "genial" idea de volver a la Universidad, digo, sobre todo después de jurar y perjurar que no volvía a tocar una maldita libreta ni loca. Supongo que en algún rincón de mi mente contaba con mi tradicional fórmula:

Le escupo al mundo que nunca haré X cosa + La hago accidentalmente y/o a la mala= Hacerlo resulta una experiencia feliz

Y no, no me equivocaba, la fórmula funciona todavía, soy una maldita ñoña, amo estudiar, ser evaluada y sacar buenas notas... no tengo remedio. Es más ahora, "viejuna", lo disfruto más, ya no es una carrera contra el tiempo, no es un oficio, no es nada, más que ganas de aprender, e incluso, estas primeras materias de relleno, que uno siempre odia, me resultan de-li-cio-sas.

En fin, hoy, mi tarea fue leer un artículo del 2004: ¿Se puede leer sin escribir? de Gregorio Hernández Zamora, del cual adoré estos párrafos:

Escribir implica y exige pensamiento crítico e independencia intelectual, como lo señaló el científico judío Albert Einstein (1988) al explicar por qué los judíos han sobrevivido como pueblo tras milenios de persecución y masacres: han escrito su historia, sus leyes y su sabiduría en libros como la Biblia o el Talmud, y han preservado su capacidad para producir conocimiento nuevo -escrito, por supuesto.

Por su parte, Paulo Freire vio con claridad que si los oprimidos escriben su propia historia sabrán quiénes son y quiénes pueden llegar a ser; lo que haría muy difícil la tarea de imponerles lo que deben ser y a lo que deben aspirar: ser dóciles esclavos o siervos asalariados (Freire y Macedo 1987).

"Llevar" o "transferir" el conocimiento, explica Freire, es una de las formas clave de la acción colonizadora: "los invasores son sujetos, autores y actores del proceso; los invadidos sus objetos... el éxito de la invasión cultural radica en que los invadidos reconozcan su propia inferioridad" (Freire 1970).

Mi favorita:

Escribir, a diferencia de leer, convierte a la persona en autor, es decir, en persona autorizada para hablar o -como bien dicen los zapatistas- para decir su palabra, para hacer pública su verdad.

...De lo anterior surge una consecuencia crucial: si la cultura escrita de un pueblo o grupo social es el fundamento de su identidad y, por tanto, de su proyecto de futuro, ésta no puede ser importada; necesita ser producida por él mismo. Imponer modelos de identidad (lo que las personas deben ser o no ser, saber e ignorar, desear u odiar) es la clave de la dominación política y cultural; y es una tarea que se facilita bastante cuando la identidad histórica de la persona o pueblo a dominar ha sido previamente borrada o aniquilada. Pero destruir la escritura de un pueblo no basta. Es indispensable impedir que los sobrevivientes vuelvan a alzar la cabeza, que vuelvan a escribir su historia, pues hacerlo les permitiría recordar quiénes son, saber por qué están donde están y -lo más peligroso- definir y decidir su historia futura.

Así de cañón...

Échatelo completo:

http://www.jornada.unam.mx/2004/04/18/mas-puede.html