- Tantos siglos de civilización y no aprendimos a abrazarnos.
- Quien confunde esposa con esclava, está confundiendo amor con propiedad.
- Recién cuando me necesitaste, te necesité.
- No podría quererte más. Pero podría quererte mejor.
- Sólo los cuerdos aman con locura.
- Dicen que la felicidad es un instante, ¿pero acaso la vida no es una suma de instantes?
- En nuestra felicidad vivimos. En nuestro dolor observamos la vida.
- Quién se emociona por lo simple suele no ser simple.
- El perdón siempre contiene justicia. Aunque no sea justo.
- El médico que no entiende de almas no entenderá cuerpos.
- No critiquemos lo diferente. Puede ser superior.
- Dar con los ojos cerrados. Recibir con los ojos abiertos.
- Todos pueden seguir la corriente. Pocos enfrentarla.
- Los valientes también temen. Pero siguen avanzando.
- Aceptemos ceder, no cedernos.
- Nadie pudo ver el cielo sin elevar la mirada.
- La dignidad es tan noble que compensa las pérdidas que causa.
- Puede mentirse con palabras. Pero nunca con los ojos.
- Estoy contento de sentir, aunque suelo estar triste por sentir.
- Olvidar ofensas puede indicar una mente superior.
- El dolor físico lastima. El espiritual, desgarra.
- La sed de verdad es insaciable.
- Muchos solicitan la verdad. Pero pocos desean oírla.
- Lo que sobra no reemplaza lo que falta.
- La vida enseña. Pero pocos aprenden.
Vivir en este mundo tanto tiempo y que a uno le pasen tan pocas cosas es vergonzoso...